Actualmente vivimos rodeados de relojes, ya que nos ayudan a medir nuestro tiempo en segundos, minutos y horas, para organizar todo lo que tenemos que hacer.
¿Sabían que antes los relojes no usaban pilas?
Crea con tu peque un lindo reloj de azúcar que les servirá para medir cuánto tardan haciendo cosas como su tarea o jugando. Además se dará cuenta de que algunos aparatos han evolucionado mucho. ¡Vamos pasito a pasito!
NECESITAMOS:
Dos botellas de plástico transparentes, pegamento, tijeras y azúcar o arena
Puedes empezar explicándole a tu peque que el reloj de arena era usado por los marineros del siglo XII, ya que así podían saber cuando adentrarse al mar, descansar o recolectar su comida.
¡Nosotros haremos uno de azúcar! Comiencen uniendo las dos tapas. No agregues pegamento en el centro, porque por ahí pasará el azúcar.
Con mucho cuidado haz un hoyo entre ellas, recuerda que ese paso no debe hacerlo tu hijo.
Enrosquen la primera botella como lo harían normalmente.
En la segunda agreguen azúcar antes de enroscarla, recuerden que ésta debe de estar muy seca para que pase perfectamente por el huequito.
¡Listo! Pueden usar este reloj para saber cuánto tardan en cocinar o para algunos juegos como las escondidillas. ¡Lo mejor es que no necesita pilas!
TIP | Pueden hacer varios para regalarlos a sus tíos o a la abuela, recuerden que se verán más lindos si los decoran.